lunes, 30 de mayo de 2011

El niño y su ídolo

En medio de los videos que suelen llegarme, hubo uno esta semana que me llamó particularmente la atención y que quisiera compartir con ustedes.

Se trata de un niño (Abraham Mateo) que tiene un ídolo (el cantante español David Bustamante). Es tanto su afán en imitarle que acude a un programa de caza talentos en la música a Canal Sur, en Andalucía, España. El chiquillo canta bien; sorprende a todos. Su mirada franca y su cara de buena gente conquista.  

jueves, 26 de mayo de 2011

Titulares olvidados de gente que vale la pena

Leer los titulares de un periódico puede ser peligroso para un suicida. Es deprimente repasar las historias que los grandes semanarios nos brindan: robos, políticos corruptos, muertes en guerras, la eterna África olvidada, narcotráfico en México, … Ya veo la soga atándose al cuello de muchos.

¿Por qué nos empeñamos en hurgar en la herida? Parece que nos regodea la contemplación del mal de nuestra sociedad. ¿Y todo el bien? ¿No es noticia?

viernes, 20 de mayo de 2011

Omnipotencia de una sonrisa

Unas parejas preguntaron una vez a la Madre Teresa de Calcuta qué les aconsejaba ahora que estaban por comenzar su vida matrimonial. Ella les contestó con sencillez: «Sonríanse unos a otros».

¡Cuánta sabiduría en tan sencilla frase! Y efectivamente así es. ¡Cuánto puede hacer una sonrisa! Se puede llegar tan lejos. Recuerdo ahora la canción de Ana Torroja: «Tengo una sonrisa para regalarte, tengo mil cartas de amor y tengo todo el tiempo que perdí sin ver el sol».

lunes, 16 de mayo de 2011

El milagro que no fue

«Todo bebé es un pequeño milagro que debe ser celebrado, acompañado y protegido». Así reza el eslogan de la campaña de un nuevo anuncio de la marca de pañales Pampers.

En el video, se suceden imágenes de tiernos bebés, venidos a este mundo en distintas maneras: planeado o antes de tiempo; nacido tres meses antes o en la edad ya madura de la madre; con necesidades especiales, a través de la inseminación artificial, adoptado, etc. 

¿Y la conclusión? Venga como venga, la vida es un milagro y, como tal, debemos cuidarla.

martes, 10 de mayo de 2011

Somos más

«Cuando estamos enfermos, cuando el terror psicológico o físico se apodera de nosotros, cuando nuestros hijos mueren en nuestros brazos, gritamos. Que ese grito resuene en el vacío, que sea un reflejo perfectamente natural, incluso terapéutico, pero nada más, es casi imposible de soportar».

Estas líneas de George Steiner han revoloteado en mi interior al ver una imagen que se ha reproducido por internet con los atentados terroristas más grandes de toda la historia (gracias a Bin Laden y compañeros). Repasando, recordé mi estancia en Madrid y las caras pintadas de sufrimiento y angustia que sellaron el 11 de marzo de 2004, y que aún nos persiguen como fantasmas de ultratumba.

sábado, 7 de mayo de 2011

Un oculista en el Huerto de los Olivos

Un niño se me acercó un día y me preguntó con una sonrisa dibujada en su rostro: «¿Sabes por qué los miopes no son creyentes?». Por mi mente, pasó veloz el rostro de mi padre con sus gafas; sonreí. «No –respondí– ¿Por qué?». «Porque no pueden ver el más allá» y así como respondió, se tiró al suelo a carcajada limpia.

¡Un chiste no muy bueno… pero profundo! Me hizo reflexionar mucho. Sobre todo me hizo ver cuánto necesitamos de oculistas en este mundo, especialmente ahora en nuestra España, en donde ciertas leyes quieren abrir las puertas a la eutanasia, (un ejemplo en Hazte Oir: http://bit.ly/jaQhAl). En un primer plano sólo ven el dolor y el sufrimiento, pero para el que usa “gafas”, la dignidad de la persona y el amor a ella se esclarecen en el fondo, en ese más allá que, por desgracia, no todos ven.

jueves, 5 de mayo de 2011

El átomo acomplejado

Einstein dijo una vez una frase que me parece la radiografía de nuestra sociedad: «¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio».

Y parece que uno de esos prejuicios es afirmarse abiertamente como católico. Recuerdo, por ejemplo, una vez que salí a comer con unos amigos. Cuando íbamos a rezar antes de la comida, uno de los presentes dijo: «¿Qué van a pensar los demás? ¡Hagámoslo en privado!». Un buen amigo le contestó: «Mira, si a esos novios de la mesa de enfrente no les da vergüenza besarse, acaramelados, en público, ¿por qué me va a mí darla el rezar?».

Esta vivencia abierta de la fe parece estar en peligro de extinción. Es por eso que me ha entusiasmado leer un reportaje, que resumía una entrevista televisiva a tres personajes famosos de Estados Unidos –dos escritores y un entrenador de béisbol– que han contado la influencia de la fe en sus vidas.

lunes, 2 de mayo de 2011

Matando a Bin Laden

Osama Bin Laden lo ha logrado de nuevo: vuelve a ser noticia. Su muerte no ha dejado indiferente a ninguno. Todos han querido opinar: políticos, comerciantes, pensadores, periodistas. Hasta la gente del pueblo ha celebrado con banderas su paso a la eternidad. Y en medio del frenesí, la mayoría coincide en dar la enhorabuena al gobierno estadounidense.

Tal vez por ello ha causado extrañeza la reacción del P. Federico Lombardi, portavoz vaticano. Su respuesta, sencilla y clara, ha dejado atónito a más de uno: «Un cristiano no se alegra nunca por la muerte de otro ser humano».